viernes, 30 de enero de 2009

....Mas historias de Marta y Fernando

....Marta se despertó a medianoche en medio de una pesadilla terrible. Apenas podía respirar, y había empapado la tela del camisón.
- Ha sido espantoso. El peor sueño de mi vida.
- Cuéntamelo - le dijo, estrechándola entre sus brazos.
Pero ella se limito a acurrucarse contra su pecho, negando con la cabeza. Fernando la estuvo acariciando, hasta que volvió a quedarse dormida.
Se había desvelado y se levantó a por agua. La luz de las farolas se colaba por las ventanas, e iluminaba con una claridad difusa el interior de la casa. Se movió sin hacer ruido, sintiéndola extraña y ajena. Al regresar al dormitorio estuvo contemplando a Marta. Su rostro descansaba sobre la almohada, y después del susto había recuperado las formas dulces de la calma.
Se acordó de una película que había visto hacía tiempo. Era una escena de amor, en que el protagonista masculino iba comparando el rostro de la actriz con un paisaje.
Sus ojos eran dos lagos, su frente su llanura, su nariz una pequeña montaña. Y su boca un volcán.
Pensó en su padre, solo en el pueblo, y en las veces que habría hecho eso mismo, y despierto en la noche había contemplado furtivamente el rostro de su madre dormida. Y en ahora estaba solo, y en que ya no podría hacerlo nunca. Sin remedio. La vida no se andaba con medias tintas. Lo que en un momento te daba a raudales, te lo quitaba al siguiente sin vacilación. Como un saco de granos que se vacía de repente.

Gustavo Martín Gazo.

viernes, 16 de enero de 2009

"Las historias de Marta y Fernando "

....Entonces se levantó y fue alas estanterías y estuvo buscando un libro. Era la novela de Hemingway.
- Te voy a leer una cosa.
Estuvo buscando hasta dar con el pasaje que le quería leer.
- El coronel y la muchacha están en la habitación de un hotel. Ella le mira de forma confiada y leal, y Hemingway, poniéndose en el lugar del coronel, escribe: "Sintió que el corazón le daba un vuelco, como si un animal dormido se hubiera revuelto en su madriguera, espantando deliciosamente a otro animal, dormido junto a él ".
Marta se lo quedó mirando con los ojos redondeados por la gratitud y el asombro.
- Es precioso....
- Aún más. Fíjate que lo que quiere decirnos Hemingway, que lo que importa no es ese primer corazón que despierta, sino el segundo. El animal que se esconde.

"Las historias de Marta y Fernando "
Gustavo Martín Garzo.

lunes, 12 de enero de 2009

BuEn CaMiNo...

Buen Camino
¿Por qué de las palabras
sólo escuchas el sonido
y no mi silencio?
Silencio en el que nos encontramos…
Un pedazo de barro,
tú puedes darme mil formas.
Un poco de barro,
puedes echarme al océano
y descubrir este espacio en blanco.
Ahora es el momento,
mírame a los ojos…
Si ves tu verdad
sabrás que somos espejos.
Mírate a los ojos,
ahora es tu momento.
No hay nada escrito.

El arte de decir que no










Porque a mí no me gusta perder
los papeles ni el sitio
ni escuchar disparates que van sacarme de quicio
mentiras, traiciones, promesas vacias.
Miserias, tensiones y mil tonterías
¿Por qué me voy a conformar
si no lo necesito?
El arte de decir que no
de forma natural
la ciencia del perfecto adiós,
tajante y sin dudar,
sin sentirme mal
Porque sé que es dificil tratar
con fantasmas de oficio,
negociar puede ser al final
un maldito ejercicio.
Y afrontar lo que aún este por llegar
aunque me haga llorar
lo que me impide ser quien yo quisiera ser
sin pedir perdón.
El arte de decir que no
de forma natural
la ciencia del perfecto adiós,
tanjante y sin dudar
el arte de la negación
de tanta utilidad
para poder decir que no
sin freno y marcha atrás
sin sentirme mal.

Fangoria.
arquitectura efímera.