miércoles, 24 de diciembre de 2008

¡¡¡ FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO ¡¡¡

Solsticio

Solsticio es un término astronómico relacionado con la posición del Sol en el ecuador celeste. El nombre proviene del latín solstitium (sol sistere o sol quieto).

Los solsticios son aquellos momentos del año en los que el Sol alcanza su máxima posición meridional o boreal.

A lo largo del año la posición del Sol vista desde la Tierra se mueve hacia el Norte y el Sur. Los solsticios son los momentos del año en los que la posición del Sol sobre la esfera celeste alcanza sus posiciones más boreales o australes. Los solsticios son los dos puntos de la esfera celeste en la que el Sol alcanza su máxima declinación norte (+23º 27') y su máxima declinación sur (-23º 27') con respecto al ecuador celeste.

La existencia de los solsticios está provocada por la inclinación axial del eje de la Tierra. En los solsticios la longitud del día y la altura del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro día del año.

En el solsticio de diciembre (invierno en el hemisferio norte), se celebraba el regreso del Sol, los días empezaban a alargarse, y esto se asociaba a un triunfo del Sol sobre las tinieblas, que se celebraba encendiendo fuegos.

Nosotros, seres humanos, hemos vivido cientos de miles de años en estrecho contacto con la naturaleza, siendo parte de ella misma. Solamente estos últimos siglos hemos construido ciudades y nos hemos alejado de ella. Pero todo nuestro ser sigue respondiendo a esos ciclos, llevamos ese programa en nuestros genes.

En la mayoría de las culturas antiguas se celebraban festivales conmemorativos de los solsticios.

En Europa, ante la llegada de los solsticios, y desde tiempos prerromanos, se han realizado diversas celebraciones rituales encendiendo hogueras.

En invierno es época de siembra.

El sol se ha alejado del hemisferio y la tierra se prepara para trabajar interiormente. Los frutos de la cosecha anterior ya han sido recogidos. Es el momento para seleccionar los mejores frutos, obtener sus semillas y volver a sembrar. Hay frutos que se pasmaron, se pudrieron o no se desarrollaron bien. Estos se eliminan y se guardan los mejores.

Imagina una tribu viviendo en cuevas o chozas en pleno invierno. Para sobrevivir han debido guardar los granos de los alimentos que cosecharon para alimentarse con ellos en invierno, cuando escasean los vegetales para comer. También protegen sus animales para tener disponible, especialmente, leche.

De acuerdo a la dedicación y esfuerzo, es seguro que algunas familias logran mejores cosechas que otras. Pero si quienes tienen para comer en el invierno se guardan lo que tienen e incluso lo que no alcanzarán a comer y no comparten con quienes no tienen lo suficiente, el resultado sería la muerte de algunos miembros de la tribu. Y esto, lógicamente, perjudica a la totalidad, pues los debilita. De modo que, por razones de superviviencia, toda la tribu comparte lo que tienen para pasar la época más difícil.

El sol, como hemos dicho, se ha alejado. Hay más frío y más escasez de todo. El sol es la fuente de vida y de calor. Sin embargo, el ser humano observa fácilmente que el sol retornará y la naturaleza volverá a mostrar su abundancia y esplendor.

Los miembros de la tribu se reúnen en torno de una fogata. El fuego obviamente les da calor, luz y además, probablemente les permite cocinar algunos alimentos. Juntos, se apoyan y comparten lo que tienen.

Esto se va transformando en una celebración y una ceremonia. El fuego es la representación del sol, momentáneamente alejado. Es también el elemento transformador de todo: lo que era sólido lo transforma en líquido, lo líquido en vapor, lo denso se transforma en algo sutil.

Los pueblos de todos los lugares del planeta comienzan a celebrar el Solsticio de Invierno.

De allí que las fiestas solsticiales se acompañan de fuego. Incluso se colocaron antorchas en los árboles para iluminar el camino y el lugar de la celebración. En la noche solsticial se intercambian obsequios. Es noche de solidaridad, de amor y de esperanza.

Cuando el cristianismo comienza a propagarse en Europa, asimila estas fiestas solsticiales a sus propios ritos y símbolos. De allí que se fija la fecha del nacimiento de Jesús en el Solsticio de Invierno (Hemisferio Norte). El niño Jesús pasa a simbolizar para los cristianos la idea de solidaridad, amor y esperanza. Por eso se colocan luces en los árboles, a semejanza de las antorchas que antiguamente se colocaban en el norte de Europa. Por eso se intercambian regalos, aunque en la mayoría de los cristianos de hoy, pasa a ser simplemente una expresión de materialismo y consumismo. Muchos han olvidado que no es importante el valor material, sino que cada uno debe dar algo de sí que pueda compartir con los demás, para que juntos, unidos en amor y solidaridad, puedan mejorar su calidad de vida.

Así que escrito y leído todo lo anterior, solo me queda que apuntar algunos matices:

Vale ya de mitos y mentiras cristianas. ¡¡ FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO A TODOS ¡¡..Es la razón a celebrar, disfruten, aporten y reconstrúyanse felizmente.


2 comentarios:

Traubert dijo...

¿Qué te ha pasado con el lenguaje html, hermana? jajaja ;)

gotasdevida dijo...

a ver Traubert! cagon cron!
no te metas con mi gitana q las llevas
jajaja