miércoles, 20 de mayo de 2009

EL OBSERVADOR SILENCIOSO

¿HACE UN MOMENTO , CUANDO HABLABAS DEL ETERNO PRESENTE Y DE LA IRREALIDAD DEL PASADO Y FUTURO, ESTABA MIRANDO EL ÁRBOL QUE SE VE A TRAVÉS DE LA VENTANA. YA LO HABIA VISTO ANTES, PERO ESTA VEZ HA SIDO DIFERENTE. LA PERCEPCION EXTERNA NO HA CAMBIADO MUCHO, AUNQUE LOS COLORES PARECÍAN MÁS BRILLANTES Y VIBRANTES. SIN EMBARGO, AHORA EL ÁRBOL TENIA UNA DIMENSIÓN AÑADIDA. RESULTA DIFICIL DE EXPLICAR. NO SÉ CÓMO, PERO HE TOMANDO CONCIENCIA DE ALGO INVISIBLE QUE SENTÍA QUE ES LA ESENCIA DE ESE ÁRBOL, SU ESPIRITU INTERNO, SI QUIERES LLAMARLO ASÍ. Y, DE ALGÚN MODO, YO ERA PARTE DE ÉL. AHORA ME DOY CUENTA DE QUE EN REALIDAD ANTES NO HABÍA VISTO EL ÁRBOL, TAN SÓLO SU IMAGEN MENTAL PLANA Y MUERTA. CUANDO VUELVO A MIRARLO, PARTE DE ESA CONCIENCIA SIGUE ESTANDO PRESENTE, PERO SIENTO QUE SE VA DISIPANDO. LA EXPERIENCIA YA ESTÁ RETROCEDIENDO HACIA EL PASADO. ¿ PUEDE UNA EXPERIENCIA ASÍ SER ALGO MÁS QUE UN DESTELLO FUGAZ?

Has sido libre del tiempo durante un momento. Has entrado en el ahora y has podido percibir el árbol sin que mediase la pantalla mental. La conciencia del Ser ha entrado a formar parte de tu percepción. Las dimensiones intemporales están acompañadas por otro tipo de conocimiento, un conocimiento que no "mata" el espíritu que habita en csa criatura y en cada cosa. Un conocimiento que no destruye la sacralidad y el misterio de la vida, que muestra un profundo amor y reverencia por todo lo que ES. Un conocimiento del que la mente no sabe nada.
La mente no puede conocer al árbol, sólo puede tener datos o informaciones SOBRE el árbol. Mi mente no puede conocerte, sólo puede tener etiquetas, juicios, datos y opiniones SOBRE ti. Sólo el Ser conoce directamente.
La mente y el conocimiento mental tienen su justo lugar en el terreno práctico de la vida cotidiana. No obstante, cuando la mente se apropia de todos los aspectos de tu vida, incluyendo las relaciones con otros seres humanos y con la naturaleza, se convierte en un parásito monstruoso que, dejado de sí mismo, puede matar toda la vida sobre la Tierra, y al final acabará consigo misma por haber matado a quien lo sustenta.
Has percibido un destello de cómo lo intemporal puede transformar tus percepciones. Pero una experiencia no es suficiente, por muy bella y profunda que sea. Lo que hace falta, lo que necesitamos, es un transformación permanente de la conciencia.
Por tanto, rompe la vieja estructura de resistencia al momento presente, de negación al presente. Convierte en práctica retirar la atención que prestas al pasado y al futuro cuando no sean necesarios. Sal de la dimensión temporal lo más posible en tu vida cotidiana. Si te resulta difícil entrar directamente en el ahora, comienza observando la tendencia mental habitual a escapar de él.
Observaras que el futuro suele imaginarse como mejor o peor que el presente. Si el futuro imaginario es mejor, te da experanzas o expectativas placenteras. Si es peor, crea ansiedad. Ambas son ilusiorias.
La autoobservación permite la entrada automática de mas PRESENCIA en tu vida. En el momento de darte cuenta de que no estás presente, estás presente. En cuanto eres capaz de observar tu mente, ya no estás atrapado en ella. Ha entrado en juego otro factor que no es mental: LA PRESENCIA DEL TESTIGO.
Manténte presente como observador de tu mente, de tus pensamientos y emociones, así como de tus reacciones a las diversas situaciones. Interésate al menos tanto por tus reacciones como por la situación o persona que te hace reaccionar. Nota cúantas veces tu atención se va al pasado o al futuro. No juzgues ni analices lo que observas. Contempla el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No las conviertas en un problema personal. Entonces sentirás algo más poderoso que cualquiera de las cosas observadas: la presencia misma, serena y observante, que está detrás de tus contenidos mentales; EL OBSERVADOR SILENCIOSO.



(El poder del ahora. Una guía para la iluminación espiritual; Eckhart Tolle)

1 comentario:

gotasdevida dijo...

Niña ayer fui a Reiki con Anina y David


BRUTAL!

Ana y yo nos acordamos de tí...
te iba a gustar...
usan tu cuenco!