Cuando estamos muy cansados generalmente entramos en un estado mayor de reposo y tranquilidad de lo normal. Esto se debe a que los pensamientos se aquietan y dejamos de recordar ese yo problemático fabricado por la mente. Avanzamos hacia el sueño.
El alcohol y ciertas drogas ( siempre y cuando no activen el cuerpo del dolor ), nos hacen sentir más relajados, despreocupados y quizás más llenos de vida durante un tiempo. Podemos comenzar a cantar y bailar, manifestando esas expresiones características de la alegría de vivir desde tiempos remotos. Al aligerarse el peso de la mente podemos vislumbrar la alegría del Ser. Quizás esta es la razón por la cual se habla de " bebidas espirituosas". Pero el precio es elevado: la inconsciencia. En lugar de elevarnos por encima del pensamiento caemos por debajo de él. Con unos tragos de más retrocedemos al reino vegetal.
La conciencia el espacio no tiene nada que ver con las "lagunas mentales". Aunque los dos estados tienen en común el hecho de estar más allá del pensamiento, hay una diferencia fundamental entre los dos. En el primero, nos elevamos por encima del pensamiento mientras que en el segundo caemos por debajo de él. El uno es el paso siguente en la evolución de la conciencia humana y el otro es un retroceso hacia un estado del cual salimos hace millones de años.
... y cuenta nueva
Hace 9 años
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