Porque el cuerpo y la forma
solo son el transporte de la verdadera esencia,
la alegria de ser.
Escucho la música y respiro
y al respirar, transpiro
y al transpirar me envuelvo en mi bella fragancia.
Aqui y ahora.
Donde las constantes temporales ya no existen.
Tengo el pincel y colores
y las maravillosas piezas léxicas.
Pinto el paraiso
y avanzo pasos para entrar en él.
Me dejo sentir,
me dejo ser como llave cerradura
y las letras encajan
moviendo mis piezas más vitales,
engranaje mágico del universo,
palpitar eterno de la vida.
Cuando lo externo me endurece
y los fantasmas de los miedos intentan ganar
pulso un play.
Revitalizo.
Serena, apacible, quietud sensual
vulnerable.
Y lloro.
Soy el viento, energía y movimiento.
Solo soy insignificante grandeza.
Como asusta perder la forma,
siendo haciendo,
sin ser un hacer, solo siendo.
Solo soy insignificante grandeza.
Estoy de heridas abiertas
y las dejo doler para poder comprenderlas.
No busco nada en ellas,
todo depende de cómo las mire.
Y si, nuevamente penetras en el campo de mi necesidad.
Verónica ..( desde la Isla )
... y cuenta nueva
Hace 9 años
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