viernes, 30 de enero de 2009

....Mas historias de Marta y Fernando

....Marta se despertó a medianoche en medio de una pesadilla terrible. Apenas podía respirar, y había empapado la tela del camisón.
- Ha sido espantoso. El peor sueño de mi vida.
- Cuéntamelo - le dijo, estrechándola entre sus brazos.
Pero ella se limito a acurrucarse contra su pecho, negando con la cabeza. Fernando la estuvo acariciando, hasta que volvió a quedarse dormida.
Se había desvelado y se levantó a por agua. La luz de las farolas se colaba por las ventanas, e iluminaba con una claridad difusa el interior de la casa. Se movió sin hacer ruido, sintiéndola extraña y ajena. Al regresar al dormitorio estuvo contemplando a Marta. Su rostro descansaba sobre la almohada, y después del susto había recuperado las formas dulces de la calma.
Se acordó de una película que había visto hacía tiempo. Era una escena de amor, en que el protagonista masculino iba comparando el rostro de la actriz con un paisaje.
Sus ojos eran dos lagos, su frente su llanura, su nariz una pequeña montaña. Y su boca un volcán.
Pensó en su padre, solo en el pueblo, y en las veces que habría hecho eso mismo, y despierto en la noche había contemplado furtivamente el rostro de su madre dormida. Y en ahora estaba solo, y en que ya no podría hacerlo nunca. Sin remedio. La vida no se andaba con medias tintas. Lo que en un momento te daba a raudales, te lo quitaba al siguiente sin vacilación. Como un saco de granos que se vacía de repente.

Gustavo Martín Gazo.

1 comentario:

Traubert dijo...

Veo que te está gustando... ;)